miércoles, diciembre 31, 2014

2014. El año raro, el año de la política

Sí, terminé trabajando con una política por la que había votado 2 años atrás. Tras la tuza de la Ola Verde en 2010, la rematada de la Alianza Peñalosa-Uribe en 2011 y el desastrozo primer año de Gobierno de Petro en 2012, había decidido por salud emocional desconectarme de la política. Cercené mi diario hábito de chequear las páginas de El Tiempo y El Espectador, en las que buscaba saber si el mundo político se movía hacia mi ciudad ideal, mi sociedad de los sueños. Me cansé de enterarme todos los días que seguíamos en un país del medioevo y una ciudad de finales del siglo XX que había perdido el respeto de sus ciudadanos.

No tendré tanta suerte en el amor, pero siempre la tengo en lo laboral. En los últimos días de mi anterior empleo ya estaba trabajando en la campaña de Angélica Lozano y Claudia López. Mi mente llena de pesimismo en lo público y desesperanza sobre el amor y la vida misma pronto tuvo en que ocuparse: Tenían que ganar.... y lo logramos.

Gracias, eso le dije a Angélica hace un par de semanas. Mi pesimismo en lo público vio a través de ella y de la gente que la acompaña optimismo (más moderado y sensato que el de "a mi no me pagaron, yo vine por que quise). Aprendí que la política la hacen las personas, no logos de girasoles (por eso las listas cerradas no me gustan), que en lo público no bastan las buenas intenciones, tampoco ser honesto, mucho menos ser técnicamente bueno. Se necesita ser disciplinado, entender el juego del poder, tener criterio para reconocer los intereses detrás de las palabras, comprender a los malos para defender a los buenos.

Pero la mayor lección es sin duda esta: Los ciudadanos subestimamos el poder que tenemos. Cuando la ciudadanía se organiza y posiciona sus intereses a través de un mensaje claro ante la opinión pública, gana poder de negociación ante quienes deciden, pues a los poderosos les interesa quedar bien, jamás quieren verse como los tiranos que son. La ciudadanía organizada pudo lograr, por ejemplo, tumbar las licencias ambientales exprés o, a través de la ciudadana-congresista que eligieron, presionar al Gobierno para poner en marcha la política pública lgbti y hacerlo temblar al casi conseguir "equilibrar" esa desequilibrada reforma al Estado que se discute en el Capitolio.

La aventura de meterme en política también me dejó algo muy importante: las personas ¡Qué dicha tanto afecto y tantos abrazos en este 2014! Es una delicia estar rodeado de gente que tiene convicciones políticas similares y con garra. Trabajar en una campaña abiertamente lgbti te permite la tranquilidad de no tener que pretender, de poder ser. Cuando no hay máscaras es mucho más fácil crear vínculos con los demás y eso fue lo que pasó.


En la vida podemos adaptarnos eternamente al entorno o podemos hacer uso de la maravillosa facultad humana de ver más allá del devenir: Podemos visualizar, podemos planear un futuro posible, podemos soñar. Los últimos meses han estado atravesados por la ansiedad de ver mis sueños inconclusos, mis talentos desperdiciados y mi curiosidad no alimentada. Me iré, me retaré a ver los sueños de cerca. Mucha sensibilidad artística acumulada ya, muchas ideas por transmitir, escribir, actuar, enseñar. Mucho por aprender del mundo también. Bienvenido el 2015, por los cuernos lo tomaré.


lunes, noviembre 10, 2014

what's wrong with being sexy?

Sexual object or sexual subject. Where's the divisor line? Whats wrong with dancing with a stranger, suddenly kiss him, suddenly fuck him?

Nota Mental

1. Seguir los sueños y las pasiones.
2. "Nobody said it was easy" No abandonar ante las dificultades, molestias y frustraciones.
3.  Disfrutar el camino y abonar la tierra en el recorrido.

jueves, mayo 15, 2014

Everthing emerges

Sometimes your life gets into a comfort zone... but once you meet someone you really like, everything emerges on you, the good and bad.

jueves, abril 17, 2014

Normal


No mido 1.80, tampoco 1.60. No soy gordo ni flaco. No soy un macho cascorvo, imponente y pretencioso, tampoco una diva de pasarela. Con certeza no soy bruto o ignorante, con certeza no tengo una mente brillante. No voy a gimnasio, no hago yoga ni teatro, no bailo, no escalo. No soy dócil, no soy imponente, no soy lampiño, no soy un oso. No soy para ti, porque soy normal.