sábado, junio 25, 2011

A esa marcha si voy

Cuando nos sentimos irespetados y/o envueltos en situaciones injustas, con toda razón el ego nos defiende y aplicamos la coloquial frase "Yo también tengo mi orgullo". Eso no es orgullo, eso es dignidad. El orgullo es arrogancia, vanidad, exceso de autoestimación (RAE 2010). Recuerdo en el colegio que a mi mejor amiga el novio siempre le tenia que pedir perdón por sandeces, aún cuando las razones eran siempre caprichos de niña play. El novio la dejó por una niña más gordita pero más noblecita.

Sin embargo se vale tener orgullo cuando el esfuerzo ha producido resultados valiosos para nosotros y para los demás. Cada que hago algo con calidad, funcional y bonito, mi ego se incrementa, me emociono y sonrio. Ese orgullo es sano, y además es el único verdadero. El orgullo patriótico es una ficción ridícula, así como lo es el orgulllo partidista y desde luego el orgullo gay.

¿Como podemos sentirnos orgullosos de algo que no hemos creado? por ser colombiano cuando no hemos regado ni una gota de sangre para crear esta patria, por ser homosexuales cuando ni siquiera decidimos serlo. El día del orgullo gay es un grito en contra de la homofobia,  pero es de esos gritos estridentes que quiebran vidrios y hacen que los demás se tapen los odios.

El orgullo machista y egocéntrico de muchos en la sociedad ha sido el casuante letal del odio contra los homosexuales, y ahora los que marchan responden de la  misma forma. Ojalá que exista una marcha de la "diversidad" donde se despojen los orgullos y se celebre la aceptación del otro. A esa si voy.

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